Capítulo 10: Utilizar la ley para hacer el mal
Tabla de contenidos
1. Ley y fe
2. La ley: Un instrumento de tiranía para los regímenes comunistas
a. Políticas extralegales de terror de Estado
b. Cambio constante de los estándares para lo correcto y lo incorrecto
c. Partido Comunista Chino: Desprecio oficial por la ley
3. Cómo el comunismo distorsiona la ley en Occidente
a. Tergiversación de la base moral de la ley
b. Apropiación de los poderes de legislación y promulgación
c. Promulgación de leyes perversas
d. Restricción de las fuerzas del orden público
e. Utilización de leyes extranjeras para debilitar la soberanía de EE. UU.
4. Restaurar el espíritu de la ley
Referencias
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1. Ley y fe
La ley es una fuerza imbatible de equidad y justicia que ratifica la bondad y castiga al mal. Lo que es bueno y lo que es malo debe ser determinado por quienes escriben las leyes. Desde la perspectiva de la fe, estos criterios provienen de los dioses. Las escrituras religiosas proveen la base para las leyes que gobiernan la sociedad humana.
El Código de Hammurabi de la antigua Babilonia es la primera ley escrita en la historia humana. Tallada en una tabla de piedra, encima del código hay una escena poderosa: Shamash, dios del sol y la justicia, concede las leyes al Rey Hammurabi. Se trata de la descripción de un dios otorgándole a un soberano humano la autoridad de gobernar a su pueblo mediante el respeto a la ley.
Los hebreos consideraban a los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento como una ley divina y secular a la vez, una tradición que se convirtió en la base de la cultura legal occidental. Comenzando con los emperadores romanos del siglo IV, junto con Justiniano I del Imperio Romano de Oriente y sus sucesores, siguiendo con Alfredo el Grande –el primero de los reyes anglosajones del Reino Unido–, el sistema legal tomó a los Diez Mandamientos de Moisés y a la doctrina cristiana como inspiración. [1]
Los creyentes de las religiones creen que para considerar legítima a una ley, esta debe conformarse a los estándares divinos para el bien y el mal, además de seguir las enseñanzas religiosas. El pensamiento detrás de la desobediencia civil no violenta en Estados Unidos se puede rastrear hasta la doctrina cristiana temprana. El emperador romano ordenó a los cristianos venerar a los dioses romanos y que las estatuas del emperador se colocaran ante las sinagogas judías. Dado que esto implicaba una violación directa de los primeros dos Mandamientos, los cristianos prefirieron enfrentar la crucifixión o ser quemados en una estaca en vez de seguir esas órdenes. En otras palabras, la ley secular debe estar subordinada a los mandamientos divinos, los cuales son sagrados e inviolables.
En general, los Diez Mandamientos pueden dividirse en dos categorías. Los primeros cuatro describen la relación entre el hombre y Dios, es decir, qué constituye una reverencia apropiada hacia Dios. Los otros seis rigen las relaciones entre la gente, y en esencia reflejan la enseñanza de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo. La veneración a Dios es un imperativo que permite a la humanidad mantener inalterables los principios de equidad y justicia.
Lo mismo es cierto para China, donde históricamente la ley era promulgada por decreto imperial. El emperador, o el Hijo del Cielo, debe seguir la providencia y los principios del Cielo y la Tierra. Este es el “Tao” o el Camino impartido por Lao Zi y el Emperador Amarillo. Dong Zhongshu, erudito de la Dinastía Han, dijo: “La grandeza del Tao se origina del Cielo. El Cielo nunca cambia, y tampoco el Tao” [2]. En la antigua China, “Cielo” no se refería a una abstracción de las fuerzas naturales, sino al Dios supremo. La fe en el Tao del Cielo forma los cimientos de la cultura china. El sistema legislativo chino derivado de esta creencia influyó a China durante miles de años.
El especialista en leyes estadounidense Harold J. Berman creía que el rol de la ley coexiste conforme a los principios generales de la moral y la fe de la sociedad. Aun con la separación de iglesia y Estado, ambos son interdependientes. En cualquier sociedad, los conceptos de justicia y legalidad deben estar arraigados en lo que se considera santo y sagrado. [3]
Dicho de otra manera, la ley debe tener autoridad, la cual proviene de la equidad y la justicia otorgada por los dioses. La ley no solo es imparcial y justa, sino también sagrada. El sistema legal moderno aún conserva muchas facetas de ceremonia religiosa, las cuales refuerzan su poder.
2. La ley: Un instrumento de tiranía para los regímenes comunistas
Los partidos comunistas son sectas antiteístas. Nunca seguirán las enseñanzas de un dios recto en sus principios legislativos, y apuntan a cortar los lazos de la sociedad con su cultura ancestral y sus valores tradicionales. Desde el mismo comienzo, los partidos comunistas no han tenido la intención de mantener la imparcialidad o la justicia.
a. Políticas extralegales de terror de Estado
En la sociedad tradicional, los cristianos hablan de amar al prójimo como a uno mismo. Las enseñanzas del Confucianismo dicen que un hombre benevolente ama a los demás. Aquí, el amor no se limita al concepto estrecho del amor entre un hombre y una mujer, o del amor entre familiares o amigos. El amor también abarca la benevolencia, la piedad, la justicia, el altruismo y otras virtudes. Con esta base cultural, la ley no solo es sagrada sino que encarna el espíritu del amor en la sociedad humana.
Ningún sistema legal puede pretender abarcar todas las formas posibles de conflictos y juzgar a cada uno de ellos. Por consiguiente, las leyes no son solo regulaciones específicas, sino que también deben considerar la subjetividad de todas las partes. El juez debe seguir el espíritu de la ley y dar un veredicto que se atenga al principio de la benevolencia.
En el Templo de Jerusalén, Jesús confrontó a los fariseos por su hipocresía, porque a pesar de adherirse estrictamente a las palabras de Moisés, ellos ignoraron las virtudes requeridas por el código, como justicia, piedad, honradez, etc. Al poder ver más allá del significado superficial, Jesús hizo sanaciones el sábado y se sentó con los gentiles, ya que lo que le importaba era el espíritu de bondad en las doctrinas.
Por contraste, el comunismo tiene sus raíces en el odio. No solo odia a Dios, sino que también odia la cultura, el estilo de vida y todas las tradiciones establecidas por los dioses para la humanidad. Marx no escatimó palabras para expresar su deseo de condenarse a la ruina y arrastrar consigo al mundo entero. Él dijo: “Con desprecio arrojo mi guante al rostro del mundo, ¡luego recorro a zancadas las ruinas como creador!” [4]
Sergey Genadievich Nechayev, el trastornado revolucionario de la Rusia zarista, escribió en su panfleto, El catecismo revolucionario, que el revolucionario “ha cortado todos los lazos que lo unían al orden social y al mundo civilizado con todas sus leyes, valores y costumbres, y con todas sus tradiciones aceptadas”. “Él es su enemigo implacable, y si continúa viviendo con estos es solo para destruirlos más rápidamente”. [5]
Nechayev demostró un evidente odio hacia el mundo y se consideraba por encima de la autoridad de la ley. Utilizaba el término clerical de “catecismo” para describir su visión de una secta que desprecia al mundo. “Él no es un revolucionario si tiene alguna simpatía hacia este mundo”, dijo Nechayev.
Lenin expresó una perspectiva similar: “La dictadura es gobernar directamente por la fuerza y sin la restricción de ninguna ley. La dictadura revolucionaria del proletariado es un régimen ganado y mantenido con el uso de la violencia por parte del proletariado contra la burguesía, un régimen que no está restringido por ninguna ley”. [6]
Empuñar el poder político para matar, torturar e infligir un castigo colectivo con ausencia de restricciones legales no es nada menos que terrorismo de Estado. Esta brutalidad de sangre fría es el primer paso que toman los regímenes comunistas clásicos.
En los meses posteriores al derrocamiento del gobierno ruso por parte de los bolcheviques en 1917, cientos de miles de personas fueron asesinadas en el curso de la lucha política. Los bolcheviques establecieron la Comisión Extraordinaria de Toda Rusia, abreviada como Checa, y le otorgaron el poder de la ejecución inmediata. Entre 1918 y 1922, los chequistas asesinaron a no menos de dos millones de personas sin juicio previo. [7]
Alexander Nikolaevich Yakovlev, exministro de propaganda del Comité Central, miembro del Politburó soviético y secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), escribió en el prefacio de su libro Trago amargo: El bolchevique ruso y el movimiento de reforma: “Solamente en este siglo, sesenta millones de personas en Rusia han muerto como resultado de la guerra, el hambre y la represión”. Usando archivos públicos, Yakovlev estimó el número de personas asesinadas en campañas soviéticas de persecución en entre veinte y treinta millones.
En 1987, el Politburó de la Unión Soviética estableció un comité, del cual Yakovlev era miembro, para hacer una revisión de los errores de la justicia bajo el régimen soviético. Después de revisar miles de archivos, Yakovlev escribió: “Hay un sentimiento que por mucho tiempo no he podido remover. Pareciera que los culpables de estas atrocidades son un grupo de personas mentalmente trastornadas, pero me temo que dicha explicación corre el riesgo de simplificar demasiado el problema”. [8]
Para decirlo más claramente, Yakovlev vio que las atrocidades cometidas en la época comunista no se originaron en pensamientos o impulsos humanos comunes, más bien, estuvieron cuidadosamente planeadas. Estos crímenes no se cometieron en pos de un mayor bien para el mundo, sino por un profundo odio hacia la vida misma. Los impulsores del comunismo cometen atrocidades no por ignorancia, sino por malicia.
Luego del establecimiento de la Unión Soviética, posteriores regímenes comunistas, como China, Corea del Norte y Camboya, impusieron el terrorismo de Estado.
Tal como se describe en el “Comentario Siete: Sobre la historia de matanza del Partido Comunista Chino”, de Nueve comentarios sobre el Partido Comunista, el Partido Comunista Chino (PCCh) causó entre 60 y 80 millones de muertes antes del periodo de reforma y apertura –una cifra que podría exceder la cantidad de muertes de ambas guerras mundiales. [9]
b. Cambio constante de los estándares para lo correcto y lo incorrecto
Al mismo tiempo que el comunismo ignora todo sentido de la legalidad para poner en práctica el terrorismo de Estado a fin de alcanzar sus objetivos internos, también arma un show para los países occidentales y les dice que está comprometido a implementar el Estado de derecho. Lo hace para poder involucrar, infiltrar y subvertir sociedades libres en nombre del comercio y la asociación económica, el intercambio cultural y la cooperación geopolítica.
Por ejemplo, al comienzo de la reforma y apertura en 1979, el PCCh promulgó una “ley de procedimiento penal” aparentemente para fortalecer la institución de la justicia. Pero esta ley nunca fue aplicada seriamente.
Según Marx, la ley es un producto de la contradicción entre clases y una herramienta que encarna la voluntad de la clase gobernante. Las leyes de un Partido Comunista no provienen de Dios ni de un amor genuino por el pueblo ni por el bien de mantener una sociedad justa y equitativa. Los intereses del grupo gobernante, es decir, el Partido Comunista, son lo único que importa. Ya que los objetivos e intereses del partido cambian, las leyes cambian también.
Naturalmente, cuando el PCCh tomó el poder, adoptó la lucha de clases como su guía y procedió a saquear a toda la ciudadanía. Promulgó leyes contra el crimen de la “actividad contrarrevolucionaria”, el cual aplicaba a todo aquel que se oponía a las políticas de robo del Partido. El PCCh castigó a los contrarrevolucionarios con prisión o con la muerte.
Después de completar el proceso de robo masivo a fin de implementar su propiedad pública, el PCCh necesitó una manera de no perder lo que había robado. Cambió sus prioridades e hizo de la construcción económica su foco, implementando leyes que protegían la propiedad privada.
En esencia, esto básicamente significaba proteger los intereses del Partido, ya que en la práctica, la propiedad que pertenece a los ciudadanos chinos comunes no disfrutaba de las mismas protecciones. Las interminables demoliciones forzadas de hogares para hacer lugar al desarrollo de la tierra es un ejemplo de la continua aplicación de la violencia por parte del régimen para violar el derecho a la propiedad privada.
A principios de 1999, el Partido Comunista anunció la necesidad de “gobernar al país según la ley” [10]. Unos meses después, comenzó la persecución a los practicantes de Falun Dafa que siguen los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El Partido estableció la Oficina 610, estilo Gestapo, para que llevara a cabo la campaña anti Falun Dafa. Para cumplir su misión, la Oficina 610 tiene la autoridad de evadir todas las leyes y procedimientos judiciales. Manipula la seguridad pública y la burocracia judicial para suprimir a Falun Dafa.
El Partido debe conjurar constantemente nuevos enemigos para intimidar al pueblo, encubrir sus monstruosos crímenes y lograr el objetivo de una brutal represión por su propio bien. Los modos y blancos de la persecución cambian continuamente e incluyen campañas contra terratenientes y capitalistas, la masacre de estudiantes en la Plaza Tiananmen en 1989, la persecución de practicantes de Falun Dafa y la supresión de abogados de derechos humanos.
Por consiguiente, la ley también debe cambiar. En algo más de 60 años en el poder, el Partido ha promulgado cuatro constituciones, la última de las cuales ha pasado por cuatro revisiones desde su introducción en 1982. Con la experiencia obtenida a través de múltiples campañas políticas, el PCCh ha utilizado la ley para ajustar y disimular sus motivos y acciones. A veces ni siquiera se molesta en usar este camuflaje.
c. Partido Comunista Chino: Desprecio oficial por la ley
El PCCh llena su Constitución con una prosa ampulosa para mostrar que está comprometido con el Estado de derecho y las normas de civilización internacionales. Pero en la práctica, la constitución nunca se respeta estrictamente y los derechos como la libertad de expresión, creencia y asociación no están realmente protegidos.
Según la teoría marxista, la ley refleja la voluntad de la clase gobernante y es un instrumento para su gobierno. Para un Partido Comunista, entonces, aprobar y modificar leyes para suprimir a sus enemigos es algo natural.
Bajo este tipo de sistema, todo aquel que se atreva a desafiar la “voluntad de la clase gobernante” –esto es, todo aquel que se opone a los intereses del Partido Comunista– puede ser sometido a una persecución legal como enemigo de clase, ya sean trabajadores desempleados, soldados desmovilizados, campesinos a quienes les expropiaron sus tierras, abogados de derechos humanos, o simplemente personas tratando de ganarse la vida.
Para los abogados que ejercen en países comunistas, las leyes en los libros siempre dan lugar a preocupaciones prácticas. Si un abogado intenta citar una ley y argumentar a favor de la justicia, el juez y la fiscalía lo silenciarán hablándole del supuesto espíritu de la ley. Incluso llegan a decir sin descaro que el Partido Comunista dirige la corte y que esta debe seguir sus órdenes. Más allá de cuáles sean los pensamientos de las personas individuales que trabajan en las cortes, lo que dicen realmente refleja el espíritu de la ley que existe bajo los regímenes comunistas.
En el sistema legal chino, durante las audiencias relacionadas a practicantes de Falun Dafa perseguidos en China, los jueces pueden decir este tipo de cosas: ¿Por qué hablas de la ley? Solo me importa la política. El Partido no permite la defensa. Las palabras de los líderes son la ley. El Partido Comunista dirige la corte, por lo que debemos seguir la línea del Partido. No es necesario ningún procedimiento legal para los asuntos de Falun Dafa. No me vengas a hablar de conciencia. [11]
El filósofo inglés Francis Bacon escribió: “Una mala sentencia hace más daño que una multitud de malos ejemplos. Estos corrompen solo el agua del arroyo, pero aquella corrompe el mismo manantial”. [12]
Las leyes del Partido Comunista, siempre maleables y solo aplicadas selectivamente, no contienen ninguna santidad de la cual derivar una autoridad legítima. En el último siglo, el “espíritu de la ley” que gobierna el sistema legal del Partido ha provocado incontables injusticias y observado la muerte de cien millones de personas inocentes –una deuda de sangre que ningún representante de la causa comunista podrá jamás reparar.
“Un asesino debe pagar con su vida, tal como un deudor, con dinero”, dice un proverbio. Si el Partido Comunista fuera a aplicar verdaderamente la ley, sería condenado por su sangrienta historia.
3. Cómo el comunismo distorsiona la ley en Occidente
En países comunistas, el diablo manipula a la ley como un instrumento para mantener su régimen, reforzar su ideología y suprimir al pueblo. En los países libres, su objetivo es subvertir la fe tradicional y los cimientos morales de la ley, tergiversar los estándares del bien y el mal, hacerse del poder de la legislatura y el orden público, y así poner en práctica sus normas demoníacas.
La ley está estrechamente relacionada con la política, la religión, la educación y otros ámbitos. Estados Unidos ha sido por largo tiempo el pilar principal del Estado de derecho. Pero actualmente, a medida que el comunismo extiende su influencia a cada rincón del mundo, la ley occidental no puede escapar de su infiltración y subversión. Esta sección examinará la multifacética erosión de las instituciones legales de EE. UU.
a. Tergiversación de la base moral de la ley
La ley basada en la religión y la fe es algo sagrado. Pero dado que los partidos comunistas y sus diversos seguidores en todo el mundo han estado promoviendo el ateísmo y la teoría de la evolución, se ha cortado la conexión entre las leyes y Dios. La ley ha sido reducida, en gran parte, a un instrumento de venganza, arbitraje, negociación y distribución de beneficios. Con su naturaleza divina bajo asedio, el espíritu de la ley comenzó a mutar, de su rol en mantener la equidad y la justicia a ser una expresión de nociones y deseos populares. Esto abrió la puerta al espectro del comunismo, a través de sus agentes mortales, para promulgar leyes según su voluntad a fin de sabotear a la sociedad y acercarse a sus objetivos de destrucción.
En Estados Unidos, la influencia comunista en la justicia social y el liberalismo moderno se ha apropiado de los conceptos de libertad, progreso y tolerancia, alterando así el estado moral de la sociedad y, con ello, las bases morales de la ley. Utilizar estas causas para rechazar y destruir los cimientos morales y religiosos es algo que afecta qué tipos de leyes pueden ser promulgadas y cómo serán interpretadas por los jueces.
Por ejemplo, las creencias tradicionales consideran al matrimonio como una institución sagrada que comprende la unión de un hombre y una mujer. El matrimonio del mismo sexo, por definición, viola estas enseñanzas, y su introducción a la sociedad necesitó de un cambio en la definición legal y en la interpretación de las leyes que rigen el matrimonio. Por otro lado, si la gente se guiase por los mandamientos divinos y sostuviera los estándares establecidos por su fe, este estado moral de la sociedad no cambiaría y la ley secular permanecería estable, ya que está basada en los principios establecidos por los dioses. Si hace dos mil años los dioses decían que cierto tipo de comportamiento era inmoral, hoy en día sigue siendo inmoral.
Sin embargo, el liberalismo moderno rechaza las creencias tradicionales y el juicio moral. Considera a la moral como un acuerdo secular que cambia según el desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, el matrimonio es considerado un simple contrato entre dos personas que tienen la voluntad de declarar su compromiso mutuo. El reconocimiento del matrimonio del mismo sexo está basado en la aparente premisa de libertad y progreso, pero esta premisa es maleable e inevitablemente dará como resultado la corrupción de la ley.
El liberalismo moderno y el progresismo han provocado la separación de la moral tradicional de la justicia. Esto se vio reflejado en un caso de aborto que llegó a la Corte Suprema en 1992. Tres jueces declararon: “Algunos de nosotros como individuos encontramos al aborto ofensivo para nuestros principios más básicos de moral, pero eso no puede controlar nuestra decisión. Nuestra obligación es definir la libertad de todos, no imponer nuestro propio código moral”. [13]
Dicho de otra manera, lo que los jueces quisieron decir es que la ley prioriza la libertad por sobre la moral, y que los valores de la libertad y la moral son asuntos separados. Pero la libertad, tal como lo establecieron los Padres Fundadores de Estados Unidos, es un principio “evidente”, es decir, que es otorgado por Dios, o como lo pone la Constitución de Estados Unidos, el Creador. Rechazar los estándares universales establecidos por el Creador a fin de incrementar el rango de supuestas libertades es un método que el diablo utiliza para distorsionar la ley y guiar a la humanidad hacia su ruina.
b. Apropiación de los poderes de legislación y promulgación
Antes de que una nueva ley entre en vigor, debe atravesar una serie de pasos, incluyendo el borrador, el respaldo político, fallos de la corte sobre su legalidad o su implementación por agentes del orden público. Durante este proceso, personas o grupos del ámbito académico, mediático, legal e incluso de la industria del entretenimiento ejercen su influencia sobre la legislación y la promulgación de la ley.
El espectro comunista encontró a sus representantes a lo largo y a lo ancho de la sociedad con el fin de controlar el proceso legislativo. Varios lobbies políticos hicieron su mejor esfuerzo por llenar a las agencias gubernamentales de izquierdistas. En el sector judicial, se convirtieron en jueces, fiscales y otros funcionarios responsables de las riendas de la justicia.
Un presidente progresista hará todo lo que esté a su alcance para asignar jueces con ideas afines en la Corte Suprema, donde usarán su influencia para desvirtuar la ley, o usará sus poderes ejecutivos para evadir el sistema legal. Históricamente, los presidentes progresistas de EE. UU. tendieron a otorgar más indultos. En un gobierno reciente, el presidente redujo las sentencias de 1385 convictos e indultó a un total de 212 personas, el mayor número desde la administración del presidente Harry Truman [14]. En uno de sus actos finales antes de dejar la Casa Blanca, el presidente redujo la sentencia de 209 personas e indultó a otras 64. La mayoría de quienes fueron indultados eran criminales no violentos condenados por delitos relacionados al consumo de drogas. Una excepción fue un hombre acusado y encontrado culpable de filtrar 700.000 documentos militares clasificados. Gracias a la clemencia del presidente, su sentencia fue reducida y solo cumplio cuatro de los treinta y cinco años de condena. [15]
Si bien el presidente tiene el poder otorgado por la Constitución de conceder indultos, abusar de este poder ejerce un efecto contrario a la función y el propósito de la ley, el cual es castigar las malas acciones y apoyar a los ciudadanos destacados.
En 1954, el entonces senador Lyndon B. Johnson de Texas, que luego fue el 36° presidente de Estados Unidos, introdujo la Enmienda Johnson, la cual prohíbe a organizaciones sin fines de lucro, incluyendo iglesias, participar en ciertas actividades. A quienes violaran la enmienda les revocarían las exenciones de impuestos. Cautelosas, algunas iglesias cristianas les dijeron a sus curas que evitaran ciertos temas políticos al hablar en el púlpito, incluyendo temas sociales controvertidos como el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, la investigación de células madre, etc.
El espectro comunista también manipuló a todos los grupos políticos en un intento por cambiar, mediante elecciones, la aplicación de la ley por parte de los fiscales. Colocado en su puesto por patrocinadores y grupos políticos progresistas, un fiscal de distrito despidió a treinta y un fiscales durante su primera semana de trabajo. Mientras pedía el fin del “encarcelamiento masivo”, también ordenó al resto de su oficina dejar de procesar por posesión de marihuana. En otros estados hay situaciones similares. La presidente de una asociación de fiscales dijo que el efecto fue como decirles a los fiscales que eligieran qué leyes aplicar. En su opinión, pedirles a los funcionarios electos que ignorasen las leyes que habían jurado defender fue un fenómeno muy riesgoso. [16]
Los jueces también tienen jurisdicción para cancelar órdenes de departamentos administrativos. Por ejemplo, la ley de inmigración de EE. UU. otorga al presidente el derecho de negar a los extranjeros el permiso para entrar al país en situaciones de emergencia. Sin embargo, algunos jueces influenciados por el liberalismo moderno consideraron discriminación religiosa a una reciente prohibición de viaje emitida por el Presidente. Sus fallos demoraron la prohibición durante más de cuatro meses, hasta que la acción ejecutiva fue avalada por la Corte Suprema.
Los abogados pueden ejercer una enorme influencia en los fallos de las cortes. La tendencia política de una asociación legal puede tener un impacto directo sobre el hecho de si se podrá hacer cumplir la ley. En una asociación de abogados con presencia nacional, el fundador es un autodeclarado socialista que cree en la propiedad pública y dice que su máximo objetivo es establecer el comunismo [17]. La asociación alardea de tener decenas de miles de miembros en todo el país y un presupuesto anual de cientos de millones de dólares. Esta inicia juicios para apoyar causar como el matrimonio del mismo sexo, el derecho de los homosexuales a adoptar niños y el derecho al aborto, además de combatir la discriminación contra la homosexualidad, la bisexualidad, etc.
El liberalismo moderno y el progresismo ocupan posiciones políticas claves en Estados Unidos y dominan el ámbito académico, los medios de comunicación y los movimientos sociales. Esto ha permitido al diablo empuñar un poder sin precedentes en los procesos legislativos y judiciales.
c. Promulgación de leyes perversas
Prohibir la alabanza de Dios
Dios está en todos lados en la vida estadounidense. El lema del país es “In God We Trust” (En Dios creemos). Este no solo aparece en la letra del himno nacional de EE. UU. sino también en los billetes de los dólares que se usan cada día. La Declaración de la Independencia de Estados Unidos describe a Dios como el Creador y afirma que el Creador nos ha otorgado los derechos humanos. Todos los funcionarios de gobierno de EE. UU., incluyendo al presidente y los jueces, dicen “Lo juro ante Dios” cuando toman juramento. La forma más común de terminar los discursos presidenciales es “Dios bendiga a Estados Unidos”. El juramento a la bandera que se recita en escuelas públicas describe a Estados Unidos como “una nación bajo Dios”.
Algunas de estas tradiciones han perdurado por más de doscientos años, casi tanto como la historia de Estados Unidos desde su fundación. Pero en los últimos sesenta años, seguidores del comunismo las han estado desafiando constantemente.
Una asociación nacional de abogados tiene la intención de evitar que los Diez Mandamientos se exhiban en público en Estados Unidos. El caso más famoso ocurrió en Montgomery, Alabama. En 2001, la asociación convocó a remover una losa con los Diez Mandamientos ubicada en la rotonda de un tribunal del estado. Encontraron a un juez designado por el presidente demócrata del momento para que escuchara el caso. En un veredicto de 76 páginas, el juez falló a favor de la asociación de abogados. Los detalles específicos del fallo pueden sonar ridículos. Por ejemplo, el juez declaró que el “solemne ambiente de la rotonda”, los frescos detrás de la losa y la atmósfera creada por un ventanal que mostraba una cascada constituían una razón suficiente para remover los Diez Mandamientos. El juez también dijo que la “parte superior inclinada” de la losa se asemejaba a una Biblia abierta y daba a quienes la observaban razón para “sentir que el estado de Alabama está fomentando, respaldando, favoreciendo o prefiriendo al cristianismo”. [18]
Este no fue ni el comienzo ni el final de la historia. Ya en 1980, la Corte Suprema había prohibido exhibir los Diez Mandamientos en escuelas públicas. La decisión catalizó un movimiento general por todo el país para que los Diez Mandamientos no fueran exhibidos en público. En Utah, la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) llegó a ofrecer una recompensa a todo aquel que reportara las placas y losas que siguieran en exhibición. [19]
Un juzgado de EE. UU. dictaminó el 26 de junio de 2002 que las escuelas públicas tenían prohibido realizar “juramentos” porque estos incluían las palabras “bajo Dios”. Esta decisión luego fue anulada por la Corte Suprema el 14 de junio de 2004. [20]
Esta es una batalla legal que continúa en Estados Unidos. El himno nacional, el lema nacional, el juramento a la bandera, las oraciones en la escuela y demás están bajo ataque de ateos y activistas de izquierda.
En caso de que sea necesario, aclaramos brevemente que “Dios”, como ha sido utilizado arriba, es una referencia general a lo divino, o al “Creador” mencionado en la Declaración de la Independencia. Cada religión tiene su propio entendimiento y reconocimiento del Creador. Por lo tanto, la palabra “Dios” en sí misma no promueve ninguna religión en particular ni viola las enmiendas constitucionales de Estados Unidos. En una nación de profunda fe, el surgimiento de un movimiento extremo que intenta prohibir la alabanza pública de Dios refleja el grado al cual el diablo ha penetrado el ámbito legal.
Alteración del espíritu de la Constitución: Interpretación y jurisprudencia
Al redactar la Constitución de EE. UU., los Padres Fundadores establecieron la separación de poderes, y originalmente la rama judicial era la que menos poder tenía. El Congreso (la rama legislativa) es responsable de aprobar leyes, el Presidente (la rama ejecutiva) es responsable de gobernar de acuerdo a dichas leyes, y la Corte Suprema (la rama judicial) no tiene el poder ni de promulgar leyes ni de gobernar.
Cuando la Corte Suprema estaba procediendo con un caso relacionado con el Juramento a la Bandera, las encuestas indicaron que el 90% de los estadounidenses apoyaban mantener la frase “bajo Dios”. En la Cámara de Representantes, hubo 416 votos a favor de mantenerla y solo tres en contra [21]. En el Senado, el resultado fue de 99 votos contra cero [22]. La decisión del Congreso reflejó la genuina opinión del pueblo de Estados Unidos.
Como representantes electos del pueblo, los miembros del Congreso y el Presidente cumplen mandatos de entre dos y seis años antes de que haya nuevas elecciones. Mientras el público y la sociedad en general se guíen por los estándares morales divinos, el grado al cual el presidente y los miembros del Congreso pueden inclinarse hacia la izquierda es limitado. Por ejemplo, si la sociedad en general se opone al matrimonio del mismo sexo, será difícil para los congresistas o senadores apoyarlo. Si estos políticos van en contra de la opinión pública, se arriesgan a que los votos les quiten sus cargos.
Por otro lado, los jueces de la Corte Suprema no necesitan acatar la opinión pública, ya que sus cargos son de por vida. Una vez asignados, pueden trabajar por décadas. Aún más, solo hay nueve jueces. Es comparativamente más fácil influenciar las decisiones que toman estas nueve personas que alterar toda la opinión pública.
Los jueces fallan según la ley, y las leyes son aprobadas o revocadas en base a la Constitución. Entonces, a fin de cambiar a la sociedad mediante las leyes, es imperativo cambiar la Constitución. En Estados Unidos, modificar la Constitución requiere del apoyo de dos tercios del Congreso y de tres cuartos de los estados. Estas estrictas medidas hacen difícil cambiar la Constitución.
Por lo tanto, la estrategia de los progresistas no es modificar la Constitución, sino cambiar el sentido original de las palabras de la Constitución y reinterpretarlas. Consideran a la Constitución un documento “vivo” que “evoluciona” continuamente, y siguiendo el precedente establecido por la Corte Suprema, codifican las posturas de la izquierda en la ley. De esta manera, imponen su voluntad de manera encubierta sobre la Constitución, lo cual es equivalente a socavarla.
Los mandamientos divinos ya no son el principio más elevado. La Constitución ha sufrido una grave golpiza bajo el martillo de los jueces progresistas de la Corte Suprema. Dado que los fallos de la Corte Suprema son definitivos y deben ser respetados incluso por el Presidente, el poder judicial está acumulando cada vez más autoridad entre los tres poderes establecidos por los Padres Fundadores. En la práctica, los jueces de la Corte Suprema han adquirido poderes parcialmente legislativos e incluso ejecutivos.
Los jueces progresistas de la Corte Suprema han causado una serie de consecuencias para la sociedad estadounidense que son graves y difíciles de remediar. Tal como están las cosas, mediante los casos que toma, la Corte Suprema puede ordenar la remoción de los Diez Mandamientos de lugares y escuelas públicas, reescribir procedimientos penales, aumentar impuestos, reconocer el derecho al aborto y al matrimonio del mismo sexo, permitir la publicación y la exhibición de pornografía, etc.
La creciente supremacía de los jueces, en combinación con la dominación de jueces progresistas, le ha dado al espectro del comunismo una importante herramienta para lograr sus metas.
Promoción de contenido obsceno en nombre de la libertad
Los años 60 fueron tiempos de profundas transformaciones para la sociedad estadounidense. Los estudiantes de izquierda impulsaron el movimiento antiguerra, el rock and roll, la cultura hippie, el movimiento feminista, la liberación sexual y otras corrientes antitradicionales, causando caos por todo el país.
El presidente de la Corte Suprema en ese período era el progresista Earl Warren. Durante el término de Warren como presidente, la Corte Suprema dictó fallos muy influyentes y de amplio alcance. Entre ellos uno que prohibió rezar en las escuelas públicas [23] y uno que dio permiso para hacer publicaciones con material sexual explícito. [24]
En su libro Los Supremacistas: La tiranía de los jueces y cómo detenerla, la académica Phyllis Schlafly proporcionó estadísticas que muestran que entre 1966 y 1970, la Corte Suprema dictó treinta y cuatro fallos en contra de decisiones de tribunales inferiores que prohibían contenido obsceno [25]. Las sentencias de la Corte Suprema no estaban firmadas y la mayoría consistía de solo una o dos líneas. Dicho de otro modo, incluso los jueces mismos no se molestaban en justificar sus decisiones.
En 1966, Hollywood levantó sus restricciones sobre la exhibición de contenido obsceno en películas. Pronto surgió una profusión de diversos tipos de obras pornográficas, y hoy en día saturan cada esquina de la sociedad.
La Primera Enmienda de la Constitución garantiza la libertad de expresión. El propósito era proteger el derecho a expresar opiniones políticas, no crear y diseminar pornografía.
Legalización de la drogadicción
Mientras el mundo se preparaba para dar la bienvenida al año nuevo el 31 de diciembre de 2017, CNN transmitió múltiples imágenes de una reportera fumando marihuana. Visiblemente bajo los efectos de la droga, parecía desorientada y no estar consciente de sus alrededores. La transmisión fue criticada ampliamente. [26]
En 1996, California se convirtió en el primer estado de EE. UU. en legalizar la marihuana como un medicamento bajo prescripción médica, y pronto le siguieron muchos estados. En 2012, Colorado y Washington legalizaron la marihuana para “uso recreativo”, esto es, legalizaron la drogadicción. En estos dos estados, plantar, elaborar y vender marihuana a adultos es completamente legal. También se legalizó en California. En junio de 2018, el gobierno canadiense anunció que en un futuro próximo el uso de la marihuana sería legal en todo el país.
Además de causar serios daños al cuerpo humano, las drogas son psicológicamente adictivas. Una vez que una persona se vuelve dependiente, puede abandonar todas las inhibiciones morales para obtener más droga. Por otro lado, quienes apoyan legalizar la marihuana creen que si la marihuana puede obtenerse legalmente, eso sería una forma efectiva de reducir el narcotráfico. Dicen que la legalización permite una regulación más estricta de la droga, y por consiguiente, una reducción de los crímenes relacionados a las drogas.
Muchos gobiernos anticipan que obtendrán miles de millones de dólares en impuestos si legalizan las drogas. Pero no es difícil ver que a medida que más personas se vuelven adictas, estas pierden su deseo de trabajar y sufren de mala salud, la productividad cae y la riqueza colectiva creada por la sociedad disminuye. Es evidente que legalizar las drogas no puede aumentar los ingresos públicos a largo plazo.
Es más, el criterio para distinguir el bien del mal no debería basarse en beneficios económicos, sino en estándares divinos. La moral tradicional considera a la forma humana como algo sagrado y creado a semejanza de Dios. Las religiones occidentales creen que el cuerpo es un “templo del Espíritu Santo”, mientras que en Oriente se creía que el cuerpo podía mejorar a través de la cultivación para convertirse en un Buda o un Tao. Entonces, el abuso de drogas es un acto de profanación.
Según un artículo de Los Angeles Times, una de las figuras importantes que hace lobby por la legalización de la marihuana en Estados Unidos es un progresista adinerado [27]. En marzo de 2017, seis senadores escribieron cartas al Departamento de Estado de EE. UU. solicitando investigar a este individuo por usar su fundación para promover el progresismo en el extranjero y subvertir a los gobiernos conservadores. [28]
La legalización de las drogas es un paso adicional para hacer que la gente pierda sus inhibiciones y se desconecte de lo divino. Cuando la sociedad experimenta agitación y recesión económica, se presentan las condiciones para que los comunistas establezcan el poder político.
Legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo
El libro Génesis describe la destrucción de Sodoma. Uno de los crímenes que cometieron los residentes de esta ciudad condenada fue la homosexualidad. Este es el origen del término “sodomía”, que significa relaciones sexuales entre hombres. Aquellos con conocimiento básico de La Biblia sabrán que la homosexualidad va en contra de la voluntad de Dios.
En junio de 2015, la Corte Suprema falló, con voto mayoritario de cinco a cuatro, que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho garantizado por la Constitución [29]. Cuando se emitió el fallo, el presidente de EE. UU. de ese momento cambió la imagen de la cuenta oficial de Twitter de la Casa Blanca a la bandera arcoíris en apoyo a los derechos LGBT. El fallo de la Corte Suprema prohibió a catorce estados que no permitían el matrimonio entre personas del mismo sexo que aplicaran sus leyes.
En agosto de 2015, una empleada del Condado Rowan se rehusó a emitir certificados de matrimonio para parejas del mismo sexo debido a sus creencias. Ella luego fue encarcelada por cinco días por haber desafiado una orden de la corte federal de EE. UU. para emitir los documentos [30]. De hecho, la corte había violado su derecho constitucional a la libertad de creencia.
Cuando la Corte Suprema falló a favor de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, el exgobernador de Arkansas y excandidato presidencial republicano Mike Huckabee lo llamó “tiranía judicial”. [31]
La académica y abogada constitucionalista Phyllis Schlafly enumeró nueve métodos que los jueces utilizan para socavar la moral de la sociedad. Reescriben la Constitución, censuran el reconocimiento de Dios, redefinen el matrimonio, socavan la soberanía de EE. UU., promueven la pornografía, apoyan el feminismo, incapacitan a las fuerzas del orden público, interfieren con las elecciones y aplican impuestos. [32]
Hasta 2017, veinticinco países y territorios reconocieron o aceptaron oficialmente el matrimonio del mismo sexo, entre ellos países desarrollados occidentales tales como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, España, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Portugal, Bélgica, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Este es un desarrollo perturbador. La ley tiene el poder de reforzar la moral o influir para que se mueva en otra dirección. Legalizar comportamientos que se desvían de los valores morales tradicionales es lo mismo que hacer que el gobierno y las leyes entrenen a la gente para traicionar la moral y desobedecer los mandamientos de Dios.
Bajo la influencia de la corrección política, las críticas al caos en el que se encuentra nuestra sociedad –sea que provengan de la gente, de asociaciones civiles o de grupos religiosos en particular– fácilmente puede llevarse al nivel de la política o de la ley, y resultar en restricciones a la libertad de expresión y otros castigos. Luego de la legalización del comportamiento inmoral, cualquier comentario o crítica sobre temas relacionados suele ser acusado de violar la ley, como los relacionados a la discriminación por género. La ley ha sido tergiversada hasta convertirse en un medio para estrangular la habilidad de la gente para hacer juicios morales. En esencia está promoviendo la homosexualidad e incentivando a la gente a entregarse al deseo inagotable y a la degeneración.
Eliminación de la responsabilidad personal
Las religiones tradicionales enfatizan la importancia de la responsabilidad personal. En la Biblia, el libro de Ezequiel utiliza a padre e hijo como parábola para representar los buenos y malos ejemplos. Pese a que son padre a hijo, sufren las consecuencias de sus respectivas conductas y no son personalmente responsables de las acciones del otro. Como dice la Biblia: “Pues todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará”. Los chinos creen que la bondad genera bondad y que la maldad será castigada, lo cual plantea el mismo principio.
La libertad significa responsabilidad. Una persona tiene el derecho y la libertad de elegir sus ideas, expresión y acciones. También necesita hacerse responsable por sus propias decisiones. Cuando una persona comete un crimen, debería ser castigada como corresponde. Este es el principio de justicia. No obstante, los jueces progresistas incentivan a la gente a eludir sus responsabilidades y a desplazar la responsabilidad a las condiciones sociales –como su trasfondo económico o racial, su salud física y mental, su educación y otros parámetros demográficos– permitiendo así que los criminales escapen de su castigo legal.
d. Restricción de las fuerzas del orden público
Bajo la influencia progresista, muchos jueces u órganos legislativos restringen deliberadamente el poder legítimo de los cuerpos de seguridad, haciendo la vista gorda al crimen. El objetivo del espectro comunista al hacer esto es paralizar el aparato estatal a fin de provocar tumulto social, lo que a su vez genera excusas para la expansión del gobierno o las condiciones necesarias para un golpe de Estado o una revolución.
Muchos estados han aprobado leyes izquierdistas, un ejemplo típico de ello son las leyes de los “estados santuario”. Entre otras disposiciones, un estado santuario prohíbe a los agentes federales arrestar a inmigrantes ilegales en las prisiones locales, incluyendo a aquellos con órdenes de arresto. La policía local tiene prohibido cooperar con agentes federales para cumplir con las leyes de inmigración.
Esto significa un serio riesgo para la seguridad del público general. En julio de 2015, el inmigrante ilegal José Inés García Zárate disparó y mató a una mujer que caminaba por el Muelle de Pescadores de San Francisco. Zárate tenía un historial de crímenes: había sido sentenciado por siete delitos relacionados a las drogas, robos y posesión de armas, y había sido deportado cinco veces. Cuando San Francisco promulgó su ley de ciudad santuario, Zárate fue liberado y evadió a las autoridades federales de inmigración que estaban pidiendo su sexta deportación.
Cuando un criminal es sometido a juicio, hay normas extremadamente estrictas para la fiscalía. Esto supuestamente es para proteger los derechos legítimos del sospechoso, pero el resultado suele ser que los criminales se aprovechan de las brechas en la ley. Sospechosos maliciosos, o quienes tienen cierto estatus o privilegios, o quienes entienden las leyes y regulaciones, o quienes contratan a abogados habilidosos, pueden entorpecer el proceso legal a costa del sistema judicial. Incluso es difícil llevar ante la justicia a los culpables.
Influidos por la difusión de la “liberación sexual”, los veredictos en casos relacionados a crímenes sexuales suelen citar hallazgos de investigaciones recientes para argumentar que el daño causado por el abuso es mínimo o nulo. Muchos casos se han cerrado reduciendo las sentencias de abusadores sexuales. [33]
A muchos criminales comunes también se les han reducido sus sentencias debido a recortes de presupuesto o alegando los derechos del prisionero. Pero la verdadera motivación es la corrección política, es decir, debilitar el poder de la ley, perturbar el orden social y pavimentar el camino para una mayor expansión del gobierno.
Para que la ley sea justa, debe aplicar un castigo estricto a quienes cometen crímenes imperdonables. Desde la antigüedad, el asesinato era castigado con la muerte. Pero hoy en día, algunos países y territorios han abolido la pena capital sobre las supuestas bases de humanidad, tolerancia o un aparente respeto por la vida.
Bajo la influencia del retorcido liberalismo moderno o progresismo, algunas personas dan un desmerecido peso a los derechos del prisionero –sin importar la gravedad del crimen– mientras mantienen un extraño silencio con respecto a las víctimas. Si un asesino come y tiene un techo gracias al dinero de los contribuyentes, su pérdida de libertad difícilmente sea algo justo en comparación con la muerte de la víctima y el trauma ocasionado a los seres queridos.
Muchos investigadores en Estados Unidos han descubierto que la pena capital es efectiva para disminuir los crímenes. David Muhlhausen, analista senior de políticas en la Fundación Heritage, testificó ante el Comité Judicial del Senado en 2007 y dijo que la pena capital tiene un efecto de disuasión y puede salvar vidas.
En los 90, tres profesores, incluyendo Paul Rubin de la Universidad Emory, examinaron veinte años de estadísticas criminales de tres mil ciudades y pueblos de Estados Unidos y llegaron a la conclusión de que “cada ejecución tiene como resultado, en promedio, dieciocho asesinatos menos”. [34]
Aun académicos que están en contra de la pena capital deben admitir que tiene un efecto de disuasión.
Al llevar a un extremo los conceptos de libertad y legalidad, el diablo ha distorsionado la ley y le ha quitado su santidad.
e. Utilización de leyes extranjeras para debilitar la soberanía de EE. UU.
Cuando los jueces progresistas no pueden encontrar las palabras adecuadas en la Constitución de EE. UU. para apoyar sus opiniones personales, utilizan leyes promulgadas en otros países para justificar sus argumentos.
Por ejemplo, en el caso de Lawrence v. Texas (2003), un juez quiso revocar un estatuto de Texas que “prohíbe que adultos homosexuales mayores de edad se involucren en actos sexuales”, pero no pudo encontrar nada en la Constitución para apoyar su caso. Entonces citó una “agencia con autoridad” fuera de Estados Unidos para decir que la homosexualidad es “una parte integral de la libertad humana en muchos otros países” y logró revocar la ley. Este caso dio como resultado la revocación de estatutos similares en otros trece estados.
El pensamiento comunista se ha dispersado por todo el mundo en formas diferentes. La tendencia socialista en Asia y Europa se ve a simple vista, y también tiene una gran influencia en África y América Latina. Países como Zimbabue y Venezuela son socialistas en todo excepto en su nombre. Incluso Canadá no está libre de su influencia.
El comercio y la globalización han hecho que Estados Unidos esté más conectado con otros países. A fin de introducir elementos del socialismo en el país, jueces progresistas se aprovechan de la excusa de adaptarse a las convenciones internacionales y luego utilizan el precedente para alterar el espíritu de la Constitución. Como líder del mundo libre, si ni siquiera Estados Unidos puede mantener los estándares tradicionales básicos, el mundo entero caerá presa del comunismo.
4. Restaurar el espíritu de la ley
Hoy en día, la ley ha sido tergiversada para enfrentarla a las enseñanzas divinas que originalmente la inspiraron. La legalidad se ha convertido en el método que utiliza el diablo para pisotear los cimientos morales de la sociedad humana, arrastrándola hasta el borde de la destrucción.
Las leyes antitradicionales e inmorales han debilitado la capacidad de la ley de mantener el orden social, y así la expansión del poder del Estado queda como la única “solución” para el malestar.
De Tocqueville, el pensador francés, advirtió que la dictadura era la única forma de gobierno que podría unir a la gente en una sociedad vacía de fe. La perversión actual de la ley está erosionando las creencias tradicionales y conduciendo a la sociedad hacia la tiranía.
Si el diablo tiene éxito y obtiene el control total de la ley, esta sería una poderosa arma para corromper a la humanidad. Bajo tales circunstancias, la gente solo tendría dos opciones: rehusarse a obedecer a las autoridades o traicionar a su propia moral para cumplir con las leyes degeneradas. Lo primero significaría la destrucción de la ley en la práctica, ya que como dijo el jurista Harold Berman, “Hay que creer en la ley, de lo contrario, solo existe de palabra”. La última opción implicaría un callejón sin salida para la decadencia moral y crearía un ciclo descendente en el que la ley y el estado de la sociedad competirían para determinar cuál llega primero al fondo. En cualquier caso, la sociedad en general no tendría salida ante este torbellino demoníaco.
El libro El comunismo al desnudo de 1958 enumera cuarenta y cinco objetivos que el Partido Comunista busca cumplir para infiltrarse y socavar a Estados Unidos. Siete de ellos están relacionados con el sistema legal. [37]
El 16° objetivo consiste en utilizar las decisiones técnicas de los tribunales para debilitar importantes instituciones estadounidenses, diciendo que sus conductas atentan contra los derechos de la gente.
El 24° objetivo es abolir todas las leyes que restrinjan el contenido indecente, presentándolas como censura que viola la libertad de discurso y de expresión.
El 29° es criticar a la Constitución como imperfecta, obsoleta o incompatible con la práctica internacional.
El 33° es abolir todas las leyes y legislaciones que interfieran con las operaciones del Partido Comunista.
El 38° objetivo es hacer que sea legal que los agentes no policiales realicen arrestos. Todos los problemas de comportamientos deben ser delegados a trabajadores de la salud mental.
El 39° es tomar el control del campo de la psiquiatría e imponer leyes de salud mental para controlar a las personas que no aceptan los objetivos del comunismo.
El 45° objetivo es abolir la Reserva Connally, también conocida como la Enmienda Connally. Esta regulación otorga el derecho a Estados Unidos de favorecer la jurisdicción nacional por sobre los fallos de cortes internacionales. El propósito de este objetivo es evitar que Estados Unidos proteja su soberanía nacional y en cambio hacer que organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia prevalezcan sobre el sistema judicial de EE. UU.
Al comparar los objetivos anunciados arriba con lo que ya ha sido implementado, da la impresión de que el comunismo está en posición de seguir socavando la ley y la justicia de Estados Unidos.
Sean políticas estatales de odio en países controlados por regímenes comunistas o regulaciones en países occidentales donde la ideología comunista ha erosionado a las instituciones legislativas y judiciales, en ambos casos el objetivo es el espíritu de la ley, es decir, la reverencia a lo divino y la moral tradicional.
Si no somos capaces de mantener los estándares morales establecidos por el mandamiento divino como nuestro criterio para distinguir el bien del mal, entonces estamos condenados a perder nuestra independencia judicial ante el espectro comunista. Los agentes bajo la influencia del comunismo utilizarán la ley para suprimir lo recto y promover lo perverso, ejecutando sin darse cuenta los planes del diablo para exterminar a la humanidad. No queda mucho tiempo para revertir esta tendencia.
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Referencias
[1] Harold J. Berman, The Interaction of Law and Religion (Nashville: Abingdon Press, 1974), 51–55.
[2] Ban Gu, The Book of Han: Chronicle of Dong Zhongshu [班固,《漢書·董仲舒傳》]
[3] Berman, The Interaction of Law and Religion.
[4] W. Cleon Skousen, The Naked Communist (Salt Lake City: Izzard Ink Publishing, 1958, 2014).
[5] Sergey Nechayev, The Revolutionary Catechism, 1869. https://www.marxists.org/subject/anarchism/nechayev/catechism.htm.
[6] Vladimir Lenin, The Proletarian Revolution and the Renegade Kautsky, https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1918/prrk/common_liberal.htm.
[7] Li Yuzhen, Work of Inssurection: 20th-Century Russian History, (Yanhuang Chunqiu, Tenth edition of 2010 ) [ 李玉貞, 〈一部顛覆性著作:《二十世紀俄國史》〉,《炎黃春秋》2010年第十期。]
[8] A. N. Yakovlev, “To Chinese Readers (Preface to the Chinese Edition),” Bitter Cup: Russian Bolshevism and Reform Movement, trans. Xu Kui et. al., (Beijing: Xinhua chubanshe, 1999), 10.
[9] “Commentary Seven: On the Communist Party’s History of Killing,” Nine Commentaries on the Communist Party, The Epoch Times, http://www.ninecommentaries.com/english-7.
[10] On March 15, 1999, the “Amendment of the Constitution of the People’s Republic of China” adopted at the Second Session of the Ninth National People’s Congress inserted in Article 5 of the Constitution: “The People’s Republic of China implements the rule of law and builds a socialist country ruled by law.” See An Linxian, “Constitutional Principles and Governing the Country by Law,” www.people.com.cn, November 2, 2006, http://legal.people.com.cn/GB/43027/73487/73490/4990833.html.
[11] Ouyang Fei, “Red Nonsense”, Minghui.org, January 8, 2015 [歐陽非:〈紅色荒唐言論〉,明慧網,2015年1月8日,http://www.minghui.org/mh/articles/2015/1/8/302850.html.]
[12] Francis Bacon, “Of Judicature,” Essays, Civil and Moral, http://www.notable-quotes.com/b/bacon_francis_viii.html.
[13] Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey (Nos. 91–744, 91–902).
Quoted in “The Supreme Court; Excerpts From the Justices’ Decision in the Pennsylvania Case,” The New York Times, June 30, 1992,
[14] Tom Murse, “Number of Pardons by President,” ThoughtCo, March 09, 2018, https://www.thoughtco.com/number-of-pardons-by-president-3367600.
[15] Gregory Korte, “Obama Commutes Sentence of Chelsea Manning in Last-Minute Clemency Push,” USA TODAY, January 17, 2017, https://www.usatoday.com/story/news/politics/2017/01/17/obama-commutes-sentence-chelsea-manning/96678814/.
[16] Paige St. John and Abbie Vansickle, “Here’s Why George Soros, Liberal Groups Are Spending Big to Help Decide Who’s Your Next D.A.,” Los Angeles Times, May 23, 2018, http://www.latimes.com/local/california/la-me-prosecutor-campaign-20180523-story.html.
[17] Affidavit of Roger N. Baldwin, December 31, 1938, Investigation of Un-American Propaganda Activities in the United States. Hearings before a Special Committee on Un-American Activities, House of Representatives, 75th–78th Congress, 3081–3082.
[18] Phyllis Schlafly, The Supremacists: The Tyranny of Judges and How to Stop It (Minneapolis, MN: Richard Vigilante Books, 2006), 26–27.
[19] Phyllis Schlafly, “Pots of Gold Behind Crosses and Ten Commandments,” The Eagle Forum Report, June 4, 2004, http://eagleforum.org/column/2004/june04/04-06-23.html.
[20] “The U.S. Pledge of Allegiance: Circuit Court Decision, Reactions, etc.,” Religious Tolerance, http://www.religioustolerance.org/nat_pled3.htm.
[21] Passed/agreed to in House: On Motion to Suspend the Rules and Agree to the Resolution Agreed to by the Yeas and Nays: (2/3 required): 416 – 3, 11 Present (Roll no. 273) https://www.congress.gov/bill/107th-congress/house-resolution/459.
[22] Submitted in the Senate, Considered, and Agreed to without Amendment by Yea–Nay, 99–0, June 26, 2002, https://www.congress.gov/bill/107th-congress/senate-resolution/292.
[23] Schlafly, The Supremacists: The Tyranny of Judges and How to Stop It, 30.
[24] Ibid., 58.
[25] Ibid., 60–61.
[26] “CNN Revels in Pot Smoke during New Year’s Eve Report from Denver,” Fox News, January 1, 2018, http://www.foxnews.com/entertainment/2018/01/01/cnn-revels-in-pot-smoke-during-new-years-eve-report-from-denver.html.
[27] Patrick McGreevy, “Billionaire Activists like Sean Parker and George Soros Are Fueling the Campaign to Legalize Pot,” Los Angeles Times, November 2, 2016, http://www.latimes.com/politics/la-pol-ca-proposition64-cash-snap-20161102-story.html.
[28] Adam Shaw, “GOP Senators Ask Tillerson to Probe US Funding of Soros Groups abroad,” Fox News, March 15, 2017, http://www.foxnews.com/politics/2017/03/15/gop-senators-ask-tillerson-to-probe-us-funding-soros-groups-abroad.html.
[29] Ariane de Vogue and Jeremy Diamond, “Supreme Court Rules in Favor of Same-sex Marriage Nationwide,” CNN News, June 27, 2015, https://www.cnn.com/2015/06/26/politics/supreme-court-same-sex-marriage-ruling/index.html.
[30] Todd Starnes, “Kentucky Clerk: ‘This is a fight worth fighting,” Fox News, September 3, 2015, http://www.foxnews.com/opinion/2015/09/03/kentucky-clerk-am-prepared-to-go-to-jail.html.
[31] “Attorney for Kim Davis Speaks out, Huckabee Blasts ‘Judicial Overreach’ in Case,” Fox News, September 8, 2015, http://www.foxnews.com/transcript/2015/09/08/attorney-for-kim-davis-speaks-out-huckabee-blasts-judicial-overreach-in-case.html.
[32] Schlafly, The Supremacists: The Tyranny of Judges and How to Stop It(Minneapolis, MN: Richard Vigilante Books, 2006).
[33] The Stop the Kinsey Institute Coalition, “Kinsey Helped Undermine Laws Protecting Women & Children,” http://stopthekinseyinstitute.org/more/undermining-laws/.
[34] Cao Changqing, “Capital Punishment Should Absolutely Not Be Abolished”, China Report Weekly, June 7, 2015 [曹長青:〈絕不應廢除死刑〉,《中國報導周刊》,2015年6月7日, http://www.china-week.com/html/6405.htm。]
[35] Schlafly, The Supremacists: The Tyranny of Judges and How to Stop It, 49.
[36] Berman, The Interaction of Law and Religion.
[37] Skousen, The Naked Communist.