Capítulo 7: La destrucción de la familia (Parte 2)

Tabla de contenidos

5. Cómo el comunismo destruye a la familia en Occidente (continuación)
b. Promoción del feminismo y rechazo a la familia tradicional
c. Promoción de la homosexualidad para desvirtuar a la familia
d. Promoción del divorcio y del aborto
e. Utilización del sistema de prestaciones sociales para impulsar las familias monoparentales
f. Promoción de la cultura degenerada

6. Cómo el Partido Comunista Chino destruye familias
a. Separación de familias en nombre de la igualdad
b. Utilización de la lucha política para poner a esposos y esposas uno contra el otro
c. Utilización del aborto forzado para el control de la población

7. Las consecuencias del ataque del comunismo contra la familia

Referencias

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5. Cómo el comunismo destruye a la familia en Occidente (continuación)

b. Promoción del feminismo y rechazo a la familia tradicional

Resultados del movimiento feminista: familias rotas, relaciones degeneradas, confusión de roles sexuales

El feminismo ahora prevalece en todos los aspectos de la sociedad. Según una encuesta pública realizada por Harvard en 2016, alrededor del 59% de las mujeres expresaron su apoyo a los puntos de vista feministas.

Una de las aseveraciones principales del feminismo contemporáneo es que aparte de las diferencias fisiológicas entre los órganos reproductivos masculinos y femeninos, todas las otras diferencias físicas y psicológicas entre hombres y mujeres, incluyendo las divergencias en comportamiento y personalidad, son construcciones sociales y culturales. Según esta lógica, los hombres y las mujeres deberían ser completamente iguales en todos los aspectos de la vida y de la sociedad, y todas las manifestaciones de “desigualdad” entre hombres y mujeres son el resultado de una cultura y una sociedad que es opresora y machista.

Por ejemplo, el número de hombres trabajando como ejecutivos en grandes compañías, los académicos de alto nivel en universidades de élite y los altos funcionarios de gobierno supera por lejos la proporción de mujeres en posiciones similares. Muchas feministas creen que esto es causado principalmente por el machismo, cuando de hecho una comparación justa entre ambos sexos solo se puede hacer considerando factores tales como la habilidad, las horas, la ética laboral, y demás. El éxito en las posiciones de alto nivel suele requerir trabajo extra de alta intensidad a largo plazo –sacrificar los fines de semana y las noches, reuniones de emergencia repentinas, viajes frecuentes de negocios, y demás.

Dar a luz tiende a interrumpir la carrera de una mujer, y las mujeres tienden a reservar tiempo para pasar con sus familias e hijos en vez de dedicarse completamente a sus trabajos. Además, las personas con la aptitud de ocupar posiciones de alto nivel tienden a tener personalidades fuertes, mientras que las mujeres tienden a ser más amables y afables. Estas son las razones principales por las que las mujeres ocupan una proporción tan chica de posiciones de alto nivel. No obstante, las feministas consideran que la tendencia de las mujeres a ser más amables y a orientarse alrededor de la familia y los hijos son rasgos impuestos sobre ellas por una sociedad machista. Según el feminismo, estas diferencias deberían ser corregidas por servicios tales como guarderías públicas u otras formas de beneficios sociales. [1]

El feminismo contemporáneo no puede tolerar ninguna explicación sobre la desigualdad entre el hombre y la mujer que base su argumento en diferencias fisiológicas y psicológicas naturales entre hombres y mujeres. Toda la culpa debe echarse al condicionamiento social y a la moral tradicional.

En 2005, Lawrence Summers, presidente de la Universidad de Harvard, expuso en una conferencia académica para discutir por qué es menos probable que las mujeres enseñen en campos científicos y matemáticos en las mejores universidades. Además de las alrededor de 80 horas por semana que se requieren para estas posiciones y sus horarios de trabajo impredecibles (tiempo que la mayoría de las mujeres reservaría para la familia), Summer postuló que los hombres y las mujeres simplemente tendrían diferentes aptitudes cuando se trata de ciencia y matemática avanzada. A pesar de que respaldó sus dichos con estudios relevantes, Summers se convirtió en el blanco de protestas de la feminista Organización Nacional de Mujeres. El grupo lo acusó de machismo y exigió su destitución. Summers fue rotundamente criticado en los medios de comunicación y obligado a disculparse públicamente por sus afirmaciones. Luego dedicó U$S 50 millones para aumentar la diversidad en la facultad de Harvard. [2]

En 1980, la revista Science publicó un estudio que demuestra que los estudiantes de escuela secundaria femeninos y masculinos tenían diferencias significativas en su habilidad de razonamiento matemático, con un mejor desempeño de los varones que las mujeres. [3] Un estudio posterior que comparó los resultados de los exámenes de matemática de SAT entre varones y mujeres descubrió que era cuatro veces más probable que los varones lograran un puntaje de más de 600 en comparación con las mujeres. Esta diferencia se volvió incluso más extrema en el umbral de los 700 puntos, en el que era 13 veces más probable que los varones alcanzaran este puntaje que las mujeres. [4]

El mismo equipo de investigación hizo otro estudio en el año 2000, y descubrió que tanto los estudiantes masculinos como femeninos que tomaron el examen SAT y obtuvieron puntajes de genios matemáticos tendían a obtener títulos avanzados en campos relacionados con la ciencia y las matemáticas, y estuvieron satisfechos con sus logros. Los argumentos de Lawrence Summers estaban respaldados por datos científicos.

Algunos informes señalaron que el trato que recibió Summer luego de la conferencia de 2005 refleja las políticas de reeducación utilizadas por regímenes comunistas para suprimir disidentes. Incluso si las causas de la desigualdad aún tenían que ser determinadas, se incentivó la “diversidad” para imponer la igualdad de resultados –esto es, asegurar un número mayor de instructores de sexo femenino en los campos de matemática y ciencia.

Es simple ver los vínculos entre el feminismo y el socialismo. El diplomático y científico político francés del siglo XIX, Alexis de Tocqueville dijo: “La democracia y el socialismo no tienen nada en común excepto una palabra: igualdad. Pero note la diferencia: mientras la democracia busca la igualdad en la libertad, el socialismo busca la igualdad en la restricción y la esclavitud”. [5]

Nada de esto tiene el objeto de probar que los hombres son superiores a las mujeres en inteligencia o habilidad, dado que los talentos de los hombres y de las mujeres se manifiestan en diferentes aspectos. Los intentos deliberados por eliminar las diferencias entre los sexos van en contra del sentido común  y evitan que los hombres y las mujeres alcancen su potencial.

Si bien las razones para las disparidades psicológicas e intelectuales entre hombres y mujeres pueden no ser inmediatamente obvias, negar sus diferencias físicas y reproductivas contradice la realidad. En la visión tradicional tanto de Oriente como de Occidente, los hombres son figuras protectoras. Es normal que los bomberos sean en su gran mayoría hombres. No obstante, las feministas, creyendo en la absoluta igualdad entre el hombre y la mujer, exigen que las mujeres asuman tareas tradicionalmente masculinas, con resultados inesperados.

En 2005, el Departamento de Bomberos de Nueva York permitió que una mujer se convirtiera en bombera sin pasar las pruebas físicas, que generalmente incluyen completar tareas mientras se utilizan tanques de oxígeno y otros equipos que pesan unos 22 kilogramos. Otros bomberos expresaron su preocupación al respecto, y dijeron que las colegas que no cumplieran los requisitos serían inevitablemente una carga y un peligro para el resto del equipo y para el público.

El departamento de bomberos finalmente contrató a la mujer para evitar una demanda: los grupos feministas habían culpado a las altas exigencias físicas del Departamento de Bomberos de Nueva York de la baja proporción de mujeres que ingresaban a la fuerza de bomberos [6]. El departamento de bomberos de Chicago enfrentó desafíos similares y fue obligado a bajar el estándar a fin de incrementar el número de bomberas.

En Australia, muchos departamentos de bomberos de las ciudades han implementado cupos de género. Por cada aplicante masculino contratado, también debe contratarse una mujer. A fin de cumplir este requisito, se han establecido estándares físicos muy diferentes para hombres y mujeres, a pesar de que se postulan para el mismo trabajo peligroso y de alto estrés.

Esta ilógica campaña por la igualdad de resultados no terminó allí. Los cupos crearon una fricción entre los bomberos masculinos y femeninos; las bomberas reportaron que sus colegas masculinos les reprochaban por no ser aptas ni competentes. Los grupos feministas se agarraron de esto como “bullying” y “presión psicológica” [7]. La situación creó otra batalla más para que las feministas luchasen en su aparente cruzada por la igualdad.

Pero este absurdo es un paso deliberado en los planes del espectro comunista: al desafiar al supuesto patriarcado –esto es, la sociedad tradicional– el feminismo socava la familia tradicional de la misma forma que la lucha de clases es utilizada para socavar el sistema capitalista.

En una cultura tradicional, se da por sentado que los hombres deben ser masculinos y que las mujeres deben ser femeninas. Los hombres cargan con la responsabilidad de sus familias y comunidades al proteger a las mujeres y a los niños –la misma estructura patriarcal que el feminismo desafía bajo el argumento de que confiere ventajas injustas para los hombres mientras restringe a las mujeres. El feminismo no da lugar al espíritu tradicional de comportamiento cortés o caballeresco. En el mundo feminista, los hombres a bordo del Titanic no habrían sacrificado sus lugares en los botes salvavidas para que las pasajeras pudieran tener una mejor oportunidad de sobrevivir.

La cruzada del feminismo contra el patriarcado también entró en el reino de la educación. En 1975, una sentencia judicial de Pennsylvania por una demanda contra la Federación Atlética Intercolegial de Pennsylvania ordenó que las escuelas debían incluir estudiantes tanto varones como mujeres en todas las actividades físicas, incluyendo la lucha libre y el fútbol americano. Las mujeres no tenían permitido abstenerse solo en razón de su género. [8]

En su libro de 2013, La guerra contra los chicos: cómo el feminismo está dañando a nuestros hombres, la académica estadounidense Christina Hoff Sommers argumentó que la masculinidad está bajo ataque [9]. Ella mostró el ejemplo de la Escuela Secundaria de Aviación en Queens, Nueva York, que principalmente acepta estudiantes de familias de bajos ingresos. La escuela educó a estos niños con un alto estándar de rendimiento académico y fue calificada como una de las mejores escuelas secundarias de Estados Unidos por US News and World Report.

La escuela se especializa en instruir a sus estudiantes mediante proyectos prácticos como construir un avión eléctrico y, como era de esperarse, el cuerpo de alumnos está compuesto por una abrumadora mayoría de varones. Las niñas, si bien conforman un porcentaje más pequeño de estudiantes, también se desempeñan de manera notable y se ganan el respeto de sus pares e instructores.

Sin embargo, la Escuela Secundaria de Aviación enfrentó crecientes críticas y amenazas de juicio por organizaciones feministas que exigían que admitiera más estudiantes femeninas. Al hablar en la Casa Blanca en 2010, la fundadora del Centro Legal Nacional de Mujeres apuntó específicamente a la Escuela Secundaria de Aviación como un caso de “aislamiento de género” y dijo: “Difícilmente descansemos en los laureles mientras no tengamos igualdad absoluta, y aún no estamos allí”.

Para las feministas, educar a los niños para que tengan rasgos masculinos de independencia y aventura, e incentivar a las niñas a ser amables, consideradas y orientadas a la familia no es más que opresión y desigualdad machista.

El feminismo moderno está forzando a la sociedad hacia un futuro sin géneros, atacando los rasgos psicológicos de los hombres y de las mujeres que caracterizan a sus respectivos sexos. Esto en particular tiene implicaciones severas para los niños y jóvenes que están en sus años de formación, entre los cuales se prevé que un número creciente se vuelvan homosexuales, bisexuales o transgénero.

Esto ya está en progreso en algunos países europeos, donde cada vez más niños reportan sentir que nacieron en un cuerpo equivocado. En 2009, el Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS, según sus siglas en inglés), con sede en la Tavistock and Portman NHS Foundation Trust de Londres, recibió 97 pacientes derivados para transición de sexo. Para 2017, GIDS estaba recibiendo más de 2500 de tales pacientes anualmente. [10]

La sociedad tradicional considera que el nacimiento de un bebé y la educación de los niños son el deber sagrado de las mujeres, ordenado por Dios o el Cielo. En los anales tanto de Oriente como de Occidente, detrás de cada gran héroe hay una gran madre. El feminismo descarta esta tradición como opresión patriarcal y sostiene que esperar que las mujeres sean responsables de criar a sus hijos es un ejemplo clave de esta opresión.

La literatura feminista contemporánea está repleta de acusaciones a la maternidad y a la vida marital, a las cuales critica como monótonas, aburridas e insatisfactorias. La parcialidad de esta perspectiva sombría se hace evidente al considerar a las vidas personales de las feministas conocidas. Casi todas ellas sufren de relaciones rotas o matrimonios fallidos, o no tienen hijos.

El feminismo abrió la puerta a todo tipo de nociones ridículas. Están aquellos que insisten en que lo personal es político, y entonces ven a los conflictos domésticos como guerras de género. Algunos consideran que los hombres son parásitos que esclavizan las mentes y los cuerpos de las mujeres. Otros describen a los hijos como un impedimento para las mujeres que aspiran a alcanzar su máximo potencial y afirman que la raíz de la opresión yace en la estructura familiar.

El feminismo moderno proclama abiertamente que su objetivo es destruir la familia tradicional. Entre sus típicas declaraciones están las siguientes: “La precondición para la liberación de las mujeres es poner fin al sistema marital” [11]. “La elección de servir, ser protegida y planear formar una familia es una elección que no debería ser” [12]. “No podremos destruir las desigualdades entre hombres y mujeres hasta que no destruyamos el matrimonio”. [13]

Los movimientos feministas resolvieron supuestos problemas sociales promoviendo la degeneración moral y destruyendo las relaciones humanas en nombre de la “liberación”. Según Sylvia Ann Hewlett, economista y especialista en géneros estadounidense, el feminismo moderno es el factor que más contribuye a la existencia de un gran número de hogares con madres solteras, mientras que el divorcio no contencioso en realidad provee a los hombres de medios convenientes para abandonar sus responsabilidades. Irónicamente, el ataque del feminismo a la estructura familiar existente trabaja para destruir el refugio que asegura felicidad y seguridad para la mayoría de las mujeres.

El divorcio fácil no emancipó a las mujeres. Estudios descubrieron que el 27% de las mujeres divorciadas estaban viviendo por debajo de la línea de pobreza, un porcentaje tres veces mayor que el de hombres divorciados [14]. Al espectro del comunismo no le importan los derechos de las mujeres. El feminismo es meramente su herramienta para destruir familias y corromper a la humanidad.

c. Promoción de la homosexualidad para desvirtuar a la familia

El movimiento de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) ha estado estrechamente asociado al comunismo desde que los primeros utópicos comenzaron a pregonar la homosexualidad como un derecho humano. Dado que el movimiento comunista afirma emancipar a la gente de las ataduras de la moral tradicional, su ideología naturalmente exige los supuestos derechos LGBT como parte de su programa de “liberación sexual”. Muchos partidarios de la liberación sexual que apoyan la homosexualidad incondicionalmente son comunistas o comparten su visión.

Pero al espectro del comunismo no le importan genuinamente los derechos de la comunidad LGBT, sino que usa el vehículo de los derechos LGBT para sus propios fines: destruir la estructura familiar.

El primer gran movimiento LGBT del mundo fue iniciado por altas figuras del Partido Socialdemócrata de Alemania (PSA) durante la década de 1890. Liderados por Magnus Hirschfeld, este grupo promovía la homosexualidad como “natural” y “moral”. En 1897, el Comité Científico-Humanitario, conocido en alemán como “Wissenschaftlich-humanitäres Komitee” (WhK), fue fundado por Hirschfeld para abogar por causas LGBT y ese año comenzó su primera campaña pública.

En 1895, cuando el escritor británico Oscar Wilde fue investigado por su relación sexual con otro hombre, el PSA fue el único grupo que se levantó en su defensa. El líder del PSA, Eduard Bernstein, presentó un proyecto para anular la ley que prohibía la sodomía.

Uno de los ejemplos más radicales de la liberación sexual de esa época llegó luego de la Revolución de Octubre de los Bolcheviques en Rusia. Las políticas sexuales soviéticas, que fueron discutidas anteriormente en este capítulo, abolieron las prohibiciones legales a las relaciones homosexuales, convirtiendo a la Unión Soviética en el país más liberal de la Tierra según estándares izquierdistas.

En 1997, el Congreso Nacional Africano (CNA) de Sudáfrica aprobó la primera constitución del mundo que reconocía la homosexualidad como un derecho humano. El CNA, miembro de la Internacional Socialista (que anteriormente era una rama de la ahora extinta Segunda Internacional), apoyó consistentemente la homosexualidad.

Inspirado por el WhK de Hirschfeld, Henry Gerber fundó en 1924 la Sociedad para los Derechos Humanos (SDH), la primera organización estadounidense para los derechos LGBT. La SDH tuvo una corta vida, ya que varios de sus miembros fueron arrestados poco después de su establecimiento. En 1950, el comunista estadounidense Harry Hay fundó la Sociedad Mattachine en su residencia de Los Ángeles. La organización fue el primer grupo LGBT de influencia en Estados Unidos. Se expandió a otras regiones y editó sus propias publicaciones.

Al vincular los derechos LGBT con la liberación sexual, por lo tanto normalizando la promiscuidad en general, los comunistas han desvirtuado la santidad del matrimonio, sentando las bases para destruir aún más a la familia.

En la década de 1960, acompañando la ola de liberalización sexual y el movimiento hippie, la causa homosexual se hizo pública. En 1971, la Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés), una importante organización feminista estadounidense, declaró su apoyo a los derechos de los homosexuales.

La promoción de la homosexualidad por parte del comunismo ha contribuido al crecimiento de una serie de estados insalubres que son prevalecientes en la comunidad LGBT. Muchos estudios confirman que los homosexuales tienen tasas significativamente más altas de ciertas enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el SIDA, tasas más altas de depresión, suicidio y drogadicción que la población en general, incluso en países como Dinamarca, donde los matrimonios entre personas del mismo sexo se han legalizado hace mucho tiempo y no están estigmatizados [15] [16]. La prevalencia del SIDA y la sífilis entre los homosexuales es entre 38 y 109 veces mayor que la de la población en general [17]. Antes de los avances en el tratamiento del SIDA en la década de 1990, la esperanza de vida promedio de los homosexuales era de ocho a veinte años más corta que la de la población media [18]. Estos hechos no sugieren que la homosexualidad sea saludable.

El movimiento LGBT, la liberación sexual y el feminismo han puesto bajo asedio a la estructura familiar y la moral humana.

Todos deben ser tratados con bondad y compasión. Los dioses crearon al hombre y a la mujer a su propia imagen y, por lo tanto, establecieron las condiciones para ser un humano. La verdadera compasión es recordar a las personas que deben vivir de acuerdo con los códigos morales establecidos por los dioses.

d. Promoción del divorcio y del aborto

Antes de 1969, las leyes estatales de divorcio de Estados Unidos estaban basadas en valores religiosos tradicionales. Para que un divorcio fuera considerado, requería de una denuncia legítima de culpa de uno o de ambos esposos. La religión occidental enseña que el matrimonio fue establecido por Dios. Una familia estable es beneficiosa para el esposo, la esposa, los hijos y toda la sociedad. Por esta razón, la iglesia y las leyes estatales de EE. UU. enfatizaban la importancia de preservar los matrimonios excepto en caso de circunstancias extenuantes. Pero en los años 60, la ideología de la Escuela de Frankfurt se había irradiado hacia la sociedad. El matrimonio tradicional estuvo bajo ataque y el daño más grande fue hecho por el liberalismo y el feminismo.

El liberalismo rechazó la naturaleza divina del matrimonio al reducir su definición a un contrato social entre dos personas, mientras que el feminismo ve a la familia tradicional como un instrumento patriarcal para la supresión de la mujer. El divorcio era promovido como la liberación de la mujer de la “opresión” de un matrimonio infeliz, o su camino hacia una apasionante vida de aventuras. Esta mentalidad llevó a la legalización del divorcio no contencioso, que permite que cualquiera de los esposos disuelva el matrimonio como irreconciliable por cualquier razón.

La tasa de divorcios de EE. UU. creció rápidamente en los años 70. Por primera vez en la historia estadounidense, había más matrimonios que terminaban por desacuerdo que por muerte. De todas las parejas recién casadas en los años 70, casi la mitad se divorciaron.

El divorcio tiene efectos profundos y de largo plazo en los niños. Michael Reagan, el hijo adoptivo del expresidente Ronald Reagan, describió la separación de sus padres: “El divorcio ocurre cuando dos adultos toman todo lo que le importa a un niño –su hogar, su familia, su seguridad y el sentimiento de ser amado y protegido– y lo hacen pedazos, lo dejan en ruinas en el suelo, luego se van y dejan al niño para que arregle el desastre”. [19]

Los defensores de la liberación sexual creen que el sexo no debería estar limitado a los confines del matrimonio, pero el embarazo no deseado presenta un obstáculo natural para este estilo de vida. Los anticonceptivos pueden fallar, así que los promotores del sexo sin restricciones asumieron la causa de legalizar el aborto. En la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo en El Cairo en 1994, se estipuló abiertamente que los “derechos reproductivos” son un derecho humano natural, incluido el derecho a “una vida sexual satisfactoria y segura”, que cubre el aborto a demanda. [20]

Al mismo tiempo, las feministas introdujeron “mi cuerpo, mis derechos” para argumentar que las mujeres tienen el derecho a matar a sus hijos por nacer. El debate se extendió de permitir el aborto en circunstancias especiales a dar a las mujeres el poder de terminar una vida humana unilateralmente.

Mientras tienta a la gente a entregarse a sus deseos, el diablo usa el feminismo y la libertad sexual para promover la masacre de niños por nacer. No solo impulsa a la gente a cometer crímenes monstruosos, sino que también los lleva a abandonar el entendimiento tradicional de que la vida es sagrada.

e. Utilización del sistema de prestaciones sociales para impulsar las familias monoparentales

En 1965, solo el 5% de los niños nacían de madres no casadas [21]. En esa época, se daba por sentado que los niños crecían conociendo a sus padres biológicos.

Sin embargo, para la década de 2010, las madres no casadas representaban el 40% de los nacimientos [22]. Entre 1965 y 2012, el número de familias monoparentales en Estados Unidos se disparó de 3,3 millones a 13 millones [23]. Aunque algunos padres estaban presentes, mediante el concubinato o el matrimonio posterior al nacimiento del bebé, la mayoría de los niños nacidos de estas madres solteras crecieron sin sus padres.

Los padres son ejemplos a seguir para sus hijos, ya que les enseñan a ser hombres, y les muestran a sus hijas qué se siente ser respetada como una mujer se merece.

Los niños sufren mucho por la ausencia de un padre. Investigaciones muestran que los niños que crecen sin padre suelen sufrir de baja autoestima. Son propensos a saltearse clases y abandonar la escuela en una proporción que llega al 71%. Muchos se drogan, se unen a pandillas y cometen crímenes: el 85% de los jóvenes encarcelados y el 90% de los vagabundos se criaron en hogares sin padre. Experiencias sexuales precoces, embarazo adolescente y promiscuidad son comunes. La gente que crece sin padres son 40 veces más propensos a cometer delitos sexuales comparados con el resto de la población. [24]

El Instituto Brookings ofrece tres consejos clave para los jóvenes que quieren salir de la pobreza: graduarse de la escuela secundaria, conseguir un trabajo full-time y esperar hasta cumplir los 21 años de edad para casarse y tener hijos. Estadísticamente hablando, solo el 2% de los estadounidenses que cumplen estas condiciones vive en la pobreza, y el 75% está considerado como de clase media [25]. En otras palabras, completar la educación, encontrar empleo, casarse a una edad adecuada y tener hijos dentro del matrimonio es la forma más confiable de convertirse en un adulto responsable que lleva una vida saludable y productiva.

La mayoría de las madres solteras depende de la caridad del gobierno. Un informe publicado por la Fundación Heritage utilizó datos estadísticos detallados para demostrar que la política de prestaciones sociales que tanto defienden las feministas en realidad incentiva la creación de familias de madres solteras, aun al punto de penalizar a las parejas que se casan ya que reciben menos beneficios [26]. El gobierno en efecto ha reemplazado al padre con las prestaciones sociales.

Las políticas de prestaciones sociales no han ayudado a las familias que viven en la pobreza. En cambio, han simplemente apoyado al creciente número de familias monoparentales. Con los niños de tales familias propensos a la pobreza, el resultado es un círculo vicioso que expande la dependencia en la ayuda del Estado. Esto es exactamente a lo que apunta el comunismo: controlar cada aspecto de la vida de la persona mediante altos impuestos y un gobierno omnipresente.

f. Promoción de la cultura degenerada

El Wall Street Journal publicó un informe que citaba el hallazgo del Buró de Censos de EE. UU. de que en el año 2000, el 55% de las personas entre 25 y 34 años de edad estaban casadas, y el 34% nunca había estado casada. Para el 2015, estas cifras habían cambiado al 40% y 53% respectivamente. Los jóvenes en Estados Unidos están evitando el matrimonio porque en la cultura actual, el sexo y el matrimonio son dos cosas completamente separadas. ¿Para qué casarse? [27]

En este ambiente degenerado, la tendencia va hacia las relaciones sexuales casuales y sin compromisos. El sexo no tiene nada que ver con el cariño, ni mencionar el compromiso y la responsabilidad. Aún más espantoso es la profusión de toda una variedad de orientaciones sexuales. Las opciones de los perfiles de Facebook dan 60 tipos diferentes de orientaciones sexuales. Si los jóvenes ni siquiera pueden decir si son hombres o mujeres, ¿cómo verán al matrimonio? El espectro perverso ha utilizado a la ley y a la sociedad para reformular por completo estos conceptos otorgados por los dioses.

“Adulterio” solía ser un término negativo que se refería a hábitos sexuales inmorales. Hoy en día, ha sido suavizado a “relaciones sexuales extramaritales” o “concubinato”. En La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne, Hester Prynne cometió adulterio y se esforzó por recomponerse mediante el arrepentimiento, pero en la sociedad actual, el arrepentimiento no es necesario: los adúlteros pueden disfrutar de la vida con la frente en alto. La castidad solía ser una virtud tanto en la cultura oriental como en la occidental. Hoy es una broma anacrónica.

6. Cómo el Partido Comunista Chino destruye familias

a. Separación de familias en nombre de la igualdad

El lema “las mujeres sostienen la mitad del cielo” de Mao Zedong se ha abierto paso en Occidente como una frase de moda adoptada por las feministas. La ideología de que hombres y mujeres son iguales, promovida bajo el régimen del Partido Comunista Chino, en esencia no es diferente del feminismo occidental. En Occidente, la “discriminación de género” se utiliza como un arma para mantener el estado de “corrección política”. En China, aunque difiere en la práctica, la etiqueta de “machismo” se utiliza con un efecto destructivo similar.

La igualdad de género que promueve el feminismo occidental exige la igualdad de resultados entre hombres y mujeres mediante medidas como cuotas de género, compensación financiera y estándares más bajos. Con el lema del PCCh de que las mujeres sostienen la mitad del cielo, se espera que las mujeres muestren la misma habilidad en el mismo trabajo que sus contrapartes masculinos. Quienes intentaron realizar tareas para las que apenas estaban calificadas fueron elogiadas como heroínas y recibieron títulos como Poseedora de la Bandera Roja del 8 de Marzo.

Los posters de propaganda de los 60 y 70 generalmente retrataban a mujeres con físico robusto y poderosas, mientras Mao Zedong convocaba con entusiasmo a las mujeres a convertir su amor por el maquillaje en amor por sus uniformes militares. Trabajar en minas, talar árboles, fabricar acero y luchar en el campo de batalla –se les abrieron todo tipo de trabajos o roles.

En un artículo publicado el 1 de octubre de 1966, el Diario del Pueblo publicó una historia titulada “Las niñas también pueden matar cerdos”. En ella describía a una niña de 18 años que se convirtió en una celebridad local al trabajar como aprendiz en un matadero, y a la que estudiar el Pensamiento de Mao Zedong la ayudaba a reunir el coraje de matar cerdos. Ella dijo: “Si no puedes matar un cerdo, ¿cómo podrás matar al enemigo?” [28]

Aunque las mujeres chinas estaban “sosteniendo la mitad del cielo”, las feministas de Occidente todavía encontrarán que la igualdad de género en China es deficiente en muchos aspectos. El Comité Permanente del Politburó, por ejemplo, nunca ha tenido integrantes femeninas por miedo a que esto pudiera incentivar un movimiento social por más derechos políticos, como democracia, lo cual sería una amenaza para el régimen totalitario del PCCh.

Debido a preocupaciones similares, el Partido también evita apoyar públicamente a la homosexualidad, y en cambio adopta una postura neutra sobre el tema. Sin embargo, al considerarla una herramienta conveniente para la destrucción de la humanidad, el Partido promovió el crecimiento de la homosexualidad en China utilizando la influencia de los medios de comunicación y la cultura popular. Desde 2001, la Sociedad China de Psiquiatría ya no incluye a la homosexualidad entre los trastornos mentales. Los medios de comunicación reemplazaron silenciosamente la palabra “gay” por “camarada”, un término más “positivo”. En 2009, el PCCh aprobó el primer evento LGBT: la semana del orgullo de Shanghai.

La metodología puede variar, pero en todos lados el diablo persigue el mismo objetivo: abolir el ideal tradicional de la buena esposa y madre amorosa para forzar a las mujeres a abandonar su carácter suave, y así destruir la armonía entre fuerza y cuidado necesaria para crear una familia equilibrada y criar niños sensatos.

b. Utilización de la lucha política para poner a esposos y esposas uno contra el otro

Los valores tradicionales chinos están basados en la moralidad de la familia. El diablo sabe que la forma más efectiva de socavar los valores tradicionales es comenzar por sabotear las relaciones humanas. En las constantes luchas políticas comenzadas por el PCCh, los familiares se denunciaban entre sí ante las autoridades, en una competencia insana por un mejor estatus político. Al traicionar a las personas más cercanas a ellos, podían demostrar una postura más firme y leal a favor de la ortodoxia del Partido.

En diciembre de 1966, Hu Qiaomu, secretario de Mao, fue arrastrado hasta el Instituto de Hierro y Acero de Beijing, donde su propia hija subió al escenario y gritó: “¡Aplastemos la cabeza de perro de Hu Qiaomu!” Aunque ella no aplastó la cabeza de su padre, otros sí lo hicieron. En esa época, había una familia “capitalista” en el subdistrito de Dongsi de Beijing. Los Guardias Rojos golpearon a la pareja de ancianos casi hasta la muerte y obligaron a su hijo en edad escolar a golpearlos. Él utilizó mancuernas para aplastar la cabeza de su padre y luego se volvió demente. [29]

Generalmente, quienes son condenados por el partido como “enemigos de clase” desconocen a sus familias para evitar implicarlos. Aun los “enemigos de clase” que se suicidaron primero rompían sus lazos familiares para evitar que el PCCh persiguiera a sus familias después del suicidio.

Por ejemplo, cuando el teórico literario Ye Yiqun fue perseguido y empujado al suicidio durante la Revolución Cultural, su carta de despedida decía: “A partir de ahora, lo único que se requiere de ustedes es escuchar con determinación las palabras del Partido, mantenerse firmes en la posición del Partido, reconocer gradualmente mis pecados, provocar el odio contra mí y cortar sin vacilar nuestros lazos familiares”. [30]

La persecución contra la práctica espiritual Falun Dafa, que continúa desde 1999, es el mayor movimiento político iniciado por el PCCh en los tiempos modernos. Una estrategia común que las autoridades utilizan contra los practicantes de Falun Dafa es forzar a los familiares a participar en la persecución. El PCCh impone el hostigamiento administrativo, penalidades financieras y otras formas de intimidación sobre los familiares para conseguir que usen cualquier medio para presionar a los practicantes a renunciar a su fe. El PCCh culpa a las víctimas de la persecución por practicar Falun Dafa y les dice que sus familias están implicadas porque ellos se rehúsan a ceder.

Muchos practicantes de Falun Dafa tuvieron que divorciarse o fueron desconocidos por sus seres queridos debido a esta forma de persecución. Dado el gran número de personas que practican Falun Dafa, incontables familias han sido destruidas por la campaña del Partido.

c. Utilización del aborto forzado para el control de la población

Poco después de que las feministas occidentales tuvieran éxito en la batalla para legalizar el aborto, el PCCh impuso el aborto a las mujeres en la República Popular China mediante sus políticas de planeamiento familiar. El asesinato masivo de bebés por nacer ha resultado en un desastre humanitario y social de una escala inconmensurable.

El PCCh sigue el materialismo marxista y cree que el nacimiento de un niño es una forma de acción productiva similar a la producción de acero o la agricultura. Por lo tanto, resulta que la filosofía de planeamiento económico puede extenderse a la familia. Mao Zedong dijo: “La humanidad debe controlarse a sí misma e implementar el crecimiento planificado. A veces puede crecer un poco, y a veces se puede detener”. [31]

En la década de 1980, el régimen chino comenzó a implementar la política de un solo hijo con medidas extremas y brutales, tal como lo demuestran los lemas que se desplegaron por todo el país: “Si una persona viola la ley, todo el pueblo será esterilizado”. “Nacimiento del primero, ligamiento de trompas luego del segundo, ¡raspado del tercero y el cuarto!” (Una variación de este lema era simplemente “Mata, mata, mata al tercero y al cuarto”). “Es mejor ver un río de sangre que el nacimiento de muchos”. “Diez tumbas más es mejor que una vida más”. Este tipo de frases sedientas de sangre se ven por todas partes en China.

La Comisión de Planificación Familiar utiliza fuertes multas, saqueo, demoliciones, ataques, detenciones y otros castigos similares para lidiar con las violaciones de la política de un solo hijo. En algunos lugares, los funcionarios de planificación familiar lanzan bebés a los campos de arroz para ahogarlos. Mujeres con embarazos avanzados no quedan exentas. Incluso a pocos días de la fecha de parto, han sido forzadas a tener un aborto.

De acuerdo con estadísticas incompletas publicadas en el Anuario de Salud de China, el número total de abortos en China entre 1971 y 2012 fue de al menos 270 millones. Es decir, más de un cuarto de millón de bebés por nacer fueron asesinados por el PCCh en ese periodo.

Una de las consecuencias más serias de la política de un solo hijo es el número desproporcionado de bebitas abortadas o abandonadas, lo que provocó un serio desequilibrio en la proporción de géneros entre los chinos menores de 30 años de edad. Debido a la escasez de niñas, se estima que para 2020 habrá unos 40 millones de hombres jóvenes que no podrán casarse con una mujer en edad de tener hijos.

El desequilibrio de géneros provocado por el PCCh en China está provocando serios problemas sociales, como un aumento de los abusos sexuales y la prostitución, la comercialización del matrimonio, el tráfico de mujeres, entre otros.

7. Las consecuencias del ataque del comunismo contra la familia

Marx y otros comunistas alentaron la abolición de la familia señalando y exagerando la existencia de fenómenos como el adulterio, la prostitución y los hijos ilegítimos, a pesar del hecho de que los comunistas mismos son también culpables de esas cosas.

La degeneración gradual de la moral que ocurrió en la época victoriana socavó la sagrada institución del matrimonio y alejó a la gente de las enseñanzas divinas. Los comunistas alentaron a las mujeres a violar sus votos matrimoniales en pos de su supuesta felicidad personal. Pero el resultado fue lo opuesto, como beber agua de mar para remediar la sed.

La “solución” del espectro comunista para la opresión y la desigualdad no es más que arrastrar los estándares de la moral humana hasta profundidades infernales. Hizo que el comportamiento que antes se condenaba universalmente como malo e imperdonable se convirtiera en la nueva norma. En la “igualdad” del comunismo, todos marchan juntos al mismo destino de destrucción.

El espectro del comunismo fabricó la creencia errada de que el pecado no es causado por la degeneración moral, sino por la represión social. Llevó a la gente a encontrar una salida dándole la espalda a la tradición y apartándose de Dios. El espectro del comunismo promovió el feminismo, la homosexualidad, la liberación sexual, etc, utilizando la bella retórica de la libertad y la liberación. Ha despojado a las mujeres de su dignidad, ha removido a los hombres su responsabilidad, ha pisoteado la santidad de la familia. Los niños de hoy enfrentan un lóbrego futuro mientras el diablo sonríe complaciente.

Capítulo 7 (Parte 1)Capítulo 8 (Parte 1)

Referencias

[1]  “Jordan Peterson Debate on the Gender Pay Gap, Campus Protests and Postmodernism,” Channel 4 News, (January 16, 2018). https://www.youtube.com/watch?v=aMcjxSThD54&t=781s.

[2] Alan Findermay, “Harvard Will Spend $50 Million to Make Faculty More Diverse,” New York Times, (May 17, 2005). https://www.nytimes.com/2005/05/17/education/harvard-will-spend-50-million-to-make-faculty-more-diverse.html

[3] C. P. Benbow and J. C. Stanley, “Sex Differences in Mathematical Ability: Fact or Artifact?” Science, 210 (1980):1262–1264.

[4] C. Benbow, “Sex Differences in Ability in Intellectually Talented Preadolescents: Their Nature, Effects, and Possible Causes,” Behavioral and Brain Sciences 11(2) (1988): 169–183.

[5] Friedrich Hayek, The Road to Serfdom (Chicago: University of Chicago Press, 1994).

[6] Susan Edelman, “Woman to Become NY Firefighter Despite Failing Crucial Fitness Test,” New York Post, (May 3, 2015). https://nypost.com/2015/05/03/woman-to-become-ny-firefighter-despite-failing-crucial-fitness-test/.

[7] Una Butorac, “These Female Firefighters Don’t Want a Gender Quota System,” The Special Broadcasting Service, (May 24, 2017). https://www.sbs.com.au/news/the-feed/these-female-firefighters-don-t-want-a-gender-quota-system.

[8] Commonwealth Pennsylvania by Israel Packel v. Pennsylvania Interscholastic Athletic association (03/19/75)

[9] Christina Hoff Sommers, The War Against Boys: How Misguided Feminism Is Harming Our Young Men (New York: Simon & Schuster, 2013).

[10] Simon Osbone, “Angry Parents Blame New NHS Guidelines for Rise in Children Seeking Sex Changes,” The Daily and Sunday Express, (October 30, 2017). https://www.express.co.uk/news/uk/873072/Teenage-gender-realignment-schoolchildren-sex-change-nhs-tavistock-clinic-camhs.

[11] Declaration of Feminism. Originally distributed in June of 1971 by Nancy Lehmann and Helen Sullinger of Post Office Box 7064, Powderhorn Station, Minneapolis, Minnesota 55407 (November 1971).

[12] Vivian Gornick, as quoted in The Daily Illini (April 25, 1981).

[13] Robin Morgan, Sisterhood Is Powerful: An Anthology of Writings From the Women’s Liberation Movement (New York: Vintage, 1970), 537.

[14] Darlena Cunha, “The Divorce Gap,” The Atlantic,  https://www.theatlantic.com/business/archive/2016/04/the-divorce-gap/480333/.

[15] P. Cameron, W. L. Playfair, and S. Wellum, “The Longevity of Homosexuals: Before and after the AIDS Epidemic,” Omega 29 (1994): 249–272.

[16] P. Cameron, K. Cameron, W. L. Playfair, “Does Homosexual Activity Shorten Life?” Psychological Reports 83(3 Pt 1) (1998): 847–66.

[17] David W. Purcell, Christopher H. Johnson, Amy Lansky, Joseph Prejean, Renee Stein, Paul Denning, Zaneta Gau, Hillard Weinstock, John Su, and Nicole Crepaz, “Estimating the Population Size of Men Who Have Sex with Men in the United States to Obtain HIV and Syphilis Rates,” The Open AIDS Journal 6 (2012): 98–107.

[18] R. S. Hogg, S. A. Strathdee, K. J. P. Craib, M.V. O’Shaughnessy, J. S. G. Montaner, M. T. Schechter, “Modelling the Impact of HIV Disease on Mortality in Gay Men,” International Journal of Epidemiology 26(3) (1997): 657–61.

[19] Phyllis Schlafly, Who Killed The American Family? WND Books, (Nashville, Tenn. (2014).

[20] “Programme of Action of the International Conference on Population and Development,” International Conference on Population and Development (ICPD) in Cairo, Egypt, (5–13 September 1994).

[21] The Vice Chairman’s Staff of the Joint Economic Committee at the Request of Senator Mike Lee, “Love, Marriage, and the Baby Carriage: The Rise in Unwed Childbearing,” https://www.lee.senate.gov/public/_cache/files/3a6e738b-305b-4553-b03b-3c71382f102c/love-marriage-and-the-baby-carriage.pdf.

[22] Ibid.

[23] Robert Rector, “How Welfare Undermines Marriage and What to Do About It,” Heritage Foundation Report, (November 17, 2014). https://www.heritage.org/welfare/report/how-welfare-undermines-marriage-and-what-do-about-it

[24] Schlafly, Who Killed The American Family?

[25] Ron Haskins, “Three Simple Rules Poor Teens Should Follow to Join the Middle Class,” Brookings, (March 13, 2013). https://www.brookings.edu/opinions/three-simple-rules-poor-teens-should-follow-to-join-the-middle-class/

[26] Rector, “How Welfare Undermines Marriage and What to Do About It.”

[27] Mark Regnerus, “Cheap Sex and the Decline of Marriage,” The Wall Street Journal (September 29, 2017). https://www.wsj.com/articles/cheap-sex-and-the-decline-of-marriage-1506690454

[28] Yang Meiling, “Girls Can Slaughter Pigs Too,” People’s Daily, (October 1 1966).

[29] Yu Luowen, My Family: My Brother Yu Luoke, World Chinese Publishing, (2016).

[30] Ye Zhou, “The Last Decade of Ye Yiqun,” Wenhui Monthly no. 12 (1989).

[31] Pang Xianzhi, Jin Chongji, Biography of Mao Zedong (1949–1976), Central Party Literature Press, (Beijing 2003).

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